Estamos
ante otra herramienta excepcional de BME que identifica las razones de
la pérdida de competitividad española frente a un mercado internacional
comparándolo con Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Suecia,
Irlanda, Luxemburgo, Estados Unidos, Reino Unido y Suiza.
Después
de dejar clara la importancia de estos mercados para un País, marca con
todo lujo de detalles la evidente pérdida de competitividad de España
respecto a su entorno.
El Ibex35 tiene
el crecimiento mas bajo desde 2013 (-11%) y su capitalización representa
tan solo un 51% del PIB cayendo la misma nada menos que un 35 % en la
última década y el peso de las empresas españolas en el EuroStoxx50 ha
pasado del 12,3% al 6,5%.
El mercado de
capitales español cae en barrena. Se reduce el capital captado en
salidas a Bolsa, se prefieren emisiones de deuda y derivados extranjeros
antes que los españoles (su volumen ha disminuido un 39,5% desde 2013),
los certificados de inversión representan tan solo un 0,01 %de los
productos cotizados, no hay mercado prácticamente para los ETPs y la
fiscalidad adversa ha limitado el desarrollo de ETFs (de hecho hay un
notable descenso desde 2017), falta de desarrollo de las SPACs, tampoco
se adoptan medidas proactivas para atraer inversores en activos
digitales y hay una evidente falta de desarrollo normativo de la
regulación MICA respecto a los países de nuestro entorno.
Pero el informe propone soluciones evidentes. Por ejemplo,
i)
Fomentar la incorporación a los mercados de capitales mediante la
simplificación y agilización del proceso de cotización, mejorar la
información y la comunicación, publicación de KPIs de control, creación
de mercados mas flexibles para pymes y socimis así como de los derivados
y una regulación fiscal adecuada aplicando las propuestas de la
directiva DEBRA.
ii) Potenciar la Canalización de
Inversión hacia Empresas incentivando la participación de inversores
minoristas, fomentando coberturas, fomentar la inversión en pymes a
través de vehículos colectivos y ampliar exenciones a no residentes,
entre otras medidas
iii)
Atraer el ahorro y la inversión a estos mercados eliminando el impuesto
a transacciones financieras (ITF), promoviendo la emisión de renta
fija, facilitando la participación de extranjeros y reducir la
fiscalidad de las IICs y de los fondos de inversión.
iv)
Favorecer el desarrollo de nuevos activos como los criptoactivos e
incrementar la educación financiera de la población y la innovación
tecnológica en este sector.
En
definitiva… ponerse las “pilas” y hacer, al menos, lo que hace nuestro
entorno. De haberlo hecho, la capitalización de las empresas españolas
habría aumentado un 9,6 % desde 2013, se habría la sangría con las
SICAVs y de las Socimis. Es decir, tendríamos un mercado a la altura de
las circunstancias que habría contribuido al crecimiento económico y
sostenible del País.
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jueves, 15 de febrero de 2024
Libro blanco sobre el impulso de la competitividad de los mercados de capitales españoles.
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